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Identifica las razones para vivir una vida diferente
Lina, 28 años. Hermana de un alcoholico en recuperación
Durante mucho tiempo tuve miedo de que mis papás se enteraran de la adicción de mi hermano... yo veía que él salía con personas que consumían y me preocupaba mucho porque llegaba a altas horas de la noche a la casa y podía sentir que no era él, que estaba drogado y la verdad, no sabía qué hacer.
Aprovechaba los momentos que estaba sobrio para sentarme con él y darle mi apoyo como hermana...actuaba como su confidente y él lograba contarme algunas cosas pero tenía mucho miedo que mis papás se enteraran de la realidad.
Poco a poco lo fui convenciendo de que lo mejor que podíamos hacer era buscar ayuda profesional y hablar con ellos… hasta que un día después de una crisis nos acercamos a nuestros padres y tomamos la decisión de consultar una valoración psicológica a ver cual era el mejor camino para él.
Lo primero es que la mayoría de las personas viven sus primeros años de vida sin consumir alcohol. Y un número menor, aunque no menos importante, pueden tener una vida divertida, interesante y con sentido, sin necesidad de usar ninguna sustancia. A veces, es difícil darse cuenta de esto porque vivimos en una sociedad donde muchos están acostumbrados a una vida de diversión de la mano del consumo y es posible también que esa persona que amas se haya acostumbrado a consumir con regularidad y se haya vuelto algo normal...
Tenemos creencias como “para pasarla bien hay que tomar…” o “hoy voy a dejarlo todo en las canchas” o “una fiesta electrónica sin md no es lo mismo” o “necesito unos tragos para poder conversar y ser más espontáneo”... las creencias son infinitas.. pero lo que es claro es que si una vez vivimos, nos divertimos y pudimos tener una vida sin alcohol, podemos hacerlo nuevamente aunque hoy se sienta difícil o hasta imposible de lograr.
Lo segundo… es que se debe identificar las cosas por las que vale la pena construir una vida diferente. Quizá el consumo ha alejado a esa persona que amas de sus amigos y de su familia, o de pronto ha dejado de lado actividades que amaba, cómo jugar fútbol, reunirse con viejos amigos o disfrutar de espacios en calma y tranquilidad. Tal vez ha perdido el interés en desarrollarse académicamente o profesionalmente. Es decir, todo lo que ha ido abandonando por aferrarse a esa droga que puede generar placer a corto plazo, pero que a mediano y largo pueden dejar una sensación de vacío.
Que esa persona cambie, si es posible. Existen millones de casos de aquellos que deciden construir una nueva historia y darse una nueva oportunidad. Especialmente cuando el consumo ha significado sufrimiento en ellos o en las personas cercanas que muchas veces están preocupadas al ver cómo las decisiones que está tomando esa persona puede traerle consecuencias difíciles de sobrellevar.
Por eso te puedo decir que si estás viviendo esta situación y no sabes como ayudar a esa persona que sabes que necesita ayuda... busca la asesoría de expertos o de personas que hayan pasado por el camino que estás recorriendo y que te puedan ayudar a encontrar esas razones por las que valdría la pena convencer a tu hermano, padre, hijo...a vivir sin consumir.
En algunas ocasiones, las personas que empiezan un proceso de cambio o de recuperación no alcanzan a ver todos los beneficios que esto les puede traer, porque se aferran a lo conocido aunque implique grandes dificultades y sufrimientos. Pero te aseguro que a medida que transcurre el tiempo empiezan a ver las ganancias de recuperarse, empiezan a estar mejor consigo mismos y pueden resolver algunas cosas que llevaban algún tiempo generando ruido en ellas.
Un proceso de recuperación les permite plantearse metas en sus vida, desarrollarse no solo personalmente sino también profesionalmente y sentirse más a gusto en su propia piel y en la vida que empiezan a construir. Aprenden a divertirse sin necesidad de consumir, pero también a afrontar las dificultades y retos de la vida en sobriedad, construyendo una versión de sí mismos con la que ellos, nosotros sus familiares y sus amigos, se sienten más a gusto.
Y no...no me refiero a una vida desde lo políticamente correcto, sino una vida donde encuentran un propósito que les permite sentirse conectados de una manera más profunda con la existencia. El primer paso ayudar a esa persona que amas a vivir sin una sustancia tiene que ver con creer que es posible, y luego, empoderarte y encontrar la motivación para confrontarlo y hacerle ver su realidad sin excusas, ni justificaciones.
En algún momento pensé que iba a ser un problema para toda la vida pero logramos encontrar la solución a través de un proceso de recuperación que hoy nos permite vivir y disfrutar la vida normalmente.
